sábado, 31 de octubre de 2009
Millonarios
Tómame de la mano. Vámonos a la lluvia
descalzos y ligeros de ropa, sin paraguas,
con el cabello al viento y el cuerpo a la caricia
oblicua, refrescante y menuda, del agua.
¡Que rían los vecinos! Puesto que somos jóvenes
y los dos nos amamos y nos gusta la lluvia,
vamos a ser felices con el gozo sencillo
de un casal de gorriones que en la vía se arrulla.
Más allá están los campos y el camino de acacias
y la quinta suntuosa de aquel pobre señor
millonario y obeso, que con todos sus oros,
no podría comprarnos ni un gramo del tesoro
inefable y supremo que nos ha dado Dios:
ser flexibles, ser jóvenes, estar llenos de amor.
Juana de Ibarbourou.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡¡Que bonita!!!.
ResponderEliminarTe quiero
Juventud divino tensoro, no hay nada como ser flexibles, ser jovenes y estar llenos de amor,
ResponderEliminarun placer leerte
Feliz semana
RMC